EVALUACIÓN
En
el ámbito educativo la evaluación se encuentra orientada a determinar el valor
de algunas actividades que se les asignan a los estudiantes, pero alguno se han preguntado ¿sí esas calificaciones
son subjetivas?, o son ¿calificaciones propias del ser humano?, por lo tanto es
importante conocer el aporte de algunos investigadores sobre que sería una
apropiada evaluación.
Según
lo plantea Gimeno (1992, citado por Fernández 2002), evaluar es un proceso por
medio del cuál se reflejan algunas características
o habilidades de los estudiantes, que pueden variar dependiendo del
ambiente educativo que los rodea. Los programas, las planificaciones, los
objetivos, materiales o recursos que utilizan los docentes son de mucha ayuda
para diversificar la evaluación, por lo tanto se puede relucir que al
estructurar diversas estrategias en el aula se puede emitir un juicio relevante
para la educación.
Siguiendo
con lo antes mencionado Holguín (2001), aporta que la evaluación es un proceso consistente, participativo y
recíproco que busca recolectar información sobre una situación concreta, y
así poder verificar el nivel de aprendizaje alcanzado por el estudiante,
logrando mejorar el desarrollo de sus competencias, con el único propósito de
tomar decisiones que mejoren la práctica educativa.
Por otra parte Cronbach (1963, citado por Arancibia
1997), se refiere a la evaluación educativa a aquellas personas que trabajan
con los currículos, docentes y administrativos, donde debe acaecer una
concordancia entre ellos para la toma de decisiones en el mejoramiento del
programa. Además debe ser destinada a estudios comparativos formales o
experimentales, donde debe existir un informe estructurado del proceso
educativo.
Además
se hace mención a la evaluación del aprendizaje, según Alves y Acevedo (2002), que hace referencia principal a la enseñanza
del conocimiento y a su vez no involucra directamente a la evaluación
educativa, donde es relevante mencionar dos importantes paradigmas de la
educación, el tradicional que se refiere
al enfoque positivista y cuantitativo por su tendencia a la medición y el cualitativo que es considerado el
constructivista, naturalista y crítico.
Consolidando
todas las ideas expuestas en lo antes mencionado, se puede referir a la
evaluación a una actividad sistemática y perenne en el proceso educativo, que
tiene como objetivo principal almacenar información confiable y precisa del
estudio a realizar, donde es necesario utilizar diversas técnicas, recursos y
métodos que orienten el proceso de enseñanza.
Además es de mucha importancia que cada docente elabore y estructure un instrumento de evaluación acorde a las necesidades y habilidades que desee evaluar a los alumnos. Para lograr elevar la calidad del aprendizaje y así con efectividad aumentar el rendimiento académicos de los estudiantes.

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